A fines de la semana pasada se dieron a conocer los estados financieros de Televisión Nacional en el primer semestre de 2024. Llamó la atención el monto de pérdidas: $ 10.882 millones. Un 355% más que las pérdidas en el mismo periodo del año pasado. Pese a lo elevado de la cifra, nadie al interior de la señal pública se mostró tan sorprendido. Tampoco en el Gobierno. 

El miércoles 11, la directora ejecutiva, Susana García, ya se había reunido -por segunda vez este año- con las jefaturas del canal para adelantarles la situación financiera. Se juntaron unas 70 personas a las 4 de la tarde, en el auditorio de TVN, donde se les explicó las razones detrás de los malos números. 

Dichas razones, según ha transmitido la administración del canal, tienen relación principalmente con una baja de ingresos (-$ 3.200 millones) y con un aumento de los costos ($ 3.100 millones).

En esto último, comentan al interior de la señal, influyeron las desvinculaciones efectuadas en los primeros seis meses del año -y que podrían seguir en el segundo semestre-, amortizaciones del proyecto de televisión digital y, sobre todo, cambios programáticos: especialmente el paso del programa Ahora caigo, conducido por Daniel “ex Huevo” Fuenzalida, al horario prime en mayo, como una manera de participar en algo de la torta de ingresos de esa franja (donde TVN estaba prácticamente ausente), lo cual se logró, pero igual significó costos extras. Mi nombre es, aprobado por el directorio hace unos meses y que debuta el 29 de septiembre, funciona bajo esa misma lógica. 

Trabajadores del canal comentan que, como la información económica ha sido bajada a sus jefes, “el ánimo no es tan malo”. Han aparecido de nuevo críticas a la mala gestión del anterior director ejecutivo, mientras que de la actual administración valoran un plan de trabajo más ordenado, aunque saben que es un proceso lento.

En TVN señalan que este año se ha cambiado cerca del 80% del equipo de gestión: los cambios más recientes se hicieron hace dos semanas en la gerencia comercial. De vuelta de las Fiestas Patrias, posiblemente octubre, se harán reuniones entre la plana ejecutiva de la señal y los trabajadores para informar de la situación financiera.  

El tema se habló también en la última reunión de directorio, realizada el 5 de septiembre, y de seguro se hará de nuevo en la próxima sesión, agendada para el jueves 26 de septiembre. Al interior de este grupo reconocen que ya en abril, cuando entró la directora ejecutiva Susana García, ella les dijo que el año venía complejo. Y que los resultados de la nueva administración, frente a un escenario de costos estructurales tan grandes, se verían recién a partir de 2026. “Así que aquí nadie debería mostrarse sorprendido”, dice el presidente del directorio, Francisco Vidal. 

Vidal ahonda en el tema. Habla de la baja de la publicidad en TV en general, “un 12% menos que el año pasado”, y cómo eso golpea en los números. Pero dice que el tema de fondo en el canal público es cambiar su sistema de financiamiento.

“Ya no funciona. Lo esencialmente público de TVN hay que financiarlo vía Presupuesto de la Nación”, señala. Y menciona el proyecto de ley al respecto que ingresó el Presidente Piñera, las indicaciones que le hizo el Presidente Boric -subió el monto anual de fondos públicos a $ 5.500 millones- y cómo ahora está en la Comisión de Cultura de la Cámara de Diputados. “Es insuficiente respecto de nuestro déficit estructural, pero es un avance”, sostiene.  

Vidal recuerda cuando en 2020 Piñera dio luz verde para que TVN tomara un crédito con aval del Estado por US$ 72 millones en el BCI. ¿Y la posibilidad de pedirle lo mismo a Boric? “No lo hemos considerado todavía”, zanja Vidal. Tampoco quiere aventurarse con cuáles serán los resultados financieros del canal a fin de año, pese a que en el directorio manejan proyecciones.

En el canal se comenta que las pérdidas se profundizarán en el segundo semestre, aunque menos que de enero a junio, ya que en la segunda parte del año hay mejores ingresos, no están las pérdidas de los festivales del verano y ahora, además, se pararon programas costosos y que no generaban ingresos. 

En el Gobierno, los resultados de TVN no alteraron el ambiente. No hubo, comentan, reuniones extraordinarias con el canal ni sus ejecutivos. Insisten en que su preocupación se focaliza en darle celeridad a la discusión del proyecto de ley de modernizacion del canal en el Congreso. Del resto, agregan, prefieren estar al margen.